
cuando la luz de afuera se apagó yo me encontré
encontré mis ojos mirándome
calándome sin quejas
sin aromas de falacia
sin sombras
sin escombros
fueron mis lágrimas
ellas saciaron aquella sed
y en la sequedad de mi boca agrietada
encontraban el lugar exacto
como la pluma al papel
he conocido el cielo y el infierno de estar vivo
de ser algo mas que una hoja cayendo al infinito
he podido sentirme cambiando ese rumbo hacia la nada
si quieres saber
ya no me importa que alguien encienda
todas esas luces que he apagado hace tanto
ahora soy esto
este silencio que no calla mordiéndote la oreja
ya no me urge hablarle a la sordera
dispenso ser la mira para dientes afilados de egoísmo
que quieran obligarme a que no sea
solo vengo hurgando en mis entrañas
persiguiendo la luz tenue en mis adentros
y avivarla es por siempre mi desvelo
ya no le temo a la nada