jueves, mayo 01, 2008

Entre una caña y otra





cuando la luz de afuera se apagó yo me encontré

encontré mis ojos mirándome
calándome sin quejas
sin aromas de falacia
sin sombras
sin escombros

fueron mis lágrimas

ellas saciaron aquella sed
y en la sequedad de mi boca agrietada
encontraban el lugar exacto
como la pluma al papel

he conocido el cielo y el infierno de estar vivo
de ser algo mas que una hoja cayendo al infinito

he podido sentirme cambiando ese rumbo hacia la nada

si quieres saber
ya no me importa que alguien encienda
todas esas luces que he apagado hace tanto
ahora soy esto
este silencio que no calla mordiéndote la oreja

ya no me urge hablarle a la sordera
dispenso ser la mira para dientes afilados de egoísmo
que quieran obligarme a que no sea

solo vengo hurgando en mis entrañas
persiguiendo la luz tenue en mis adentros
y avivarla es por siempre mi desvelo

ya no le temo a la nada