lunes, diciembre 03, 2007

La pestaña del lobo








Si no sales al bosque, jamás ocurrirá nada
y tu vida jamás empezará



-No salgas al bosque, no salgas- dijeron ellos.
-¿Por qué no? ¿Por qué no tengo que salir al bosque esta noche?- preguntó ella.
-En el bosque habita un enorme lobo que se come a las personas como tú. No salgas al bosque, no salgas por lo que más quieras.
Pero, naturalmente, ella salió al bosque y, como era de esperar, se encontró con el Lobo, tal como ellos le habían advertido.
-¿Lo ves? Ya te lo decíamos- graznaron.
-Eso es mi vida, no un cuento de hadas, zopencos – replicó ella -.
Tengo que ir al bosque y encontrarme con el lobo; de lo contrario, mi vida jamás podrá empezar.
Pero el lobo que ella encontró había caído en una trampa, se le había quedado la pata prendida en un cepo.
-¡Socorro, auxilio! ¡Ay, ay, ay! – gritaba el lobo - . ¡Socorro, ayúdame y te daré la justa recompensa! – añadió.
Porque eso es lo que hacen los lobos en los cuentos de esta clase.
- ¿ Y cómo sé yo que no me vas a hacer daño? – le preguntó ella, pues su misión era hacer preguntas - . ¿Cómo sé yo que no me matarás y me dejarás reducida a los puros huesos?
- Mala pregunta – dijo el lobo-. Tendrás que confiar en mi palabra.
- Y el lobo reanudó sus aullidos y lamentos.

¡ Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaaa ?
- Oh, lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata y ella se la envolvió con hierbas medicinales y plantas.
- Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias – dijo el lobo, lanzando un suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
- Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, terminemos de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió. En su lugar, el lobo alargó la pata y se la apoyó en el brazo.
- Soy un lobo de otro tiempo y lugar – dijo. Y, arrancándose una pestaña del ojo, se la entregó diciendo -: Úsala y procura ser sabia. De ahora en delante sabrás quién es bueno y quién no lo es tanto. Mira a través de mi ojo y lo verás todo con claridad.

Por dejarme vivir,
te ofrezco vivir
como jamás en tu vida has vivido.
Recuerda que sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaa?

Y así la doncella regresó a la aldea,
alegrándose de estar viva.
Y esta vez cuando ellos le dijeron,
“Quédate aquí y cásate conmigo”,
o “Haz lo que te digo”,
o “Di lo que yo quiero que digas,
pero que todo quede tan en secreto
como el día en que viniste”,
la doncella tomó la pestaña del lobo
miró a través de ella
y vio sus motivos
tal como jamás los había visto.
Y a la vez en que
el carnicero pesó la carne
ella miró a través de la pestaña del lobo
y vio que pesaba también su pulgar.
Y miró al pretendiente
que le decía “Soy el que te conviene”,
y vio que no le convenía para nada.
Y de esa manera y muchas más
se salvó
no de todas
pero sí de muchas
desgracias.

Pero, además, con esta nueva visión, no sólo vio al astuto y al cruel sino que el corazón se le hizo inmensamente grande, pues miraba a las personas y las volvía a calibrar gracias al don que le había otorgado el lobo al que ella había salvado.

Y vio a los que eran verdaderamente buenos
y se acercó a ellos,
encontró a su compañero
y permaneció a su lado todos los días de su vida,
percibió a los valeroso
y se acercó a ellos,
captó a los fieles
y se unió a ellos,
vio perplejidad por debajo de la cólera
y se apresuró a disiparla,
vio amor en los ojos de los tímidos
y se inclinó hacia ellos,
vio sufrimiento en los callados
y cortejó su risa,
vio necesidad en el hombre sin palabras
y le habló,
vio fe en lo más hondo de la mujer
que afirmaba no tenerla
y se la volvió a encender con la suya.
Vio todas las cosas
con la pestaña del lobo,
todas las cosas verdaderas
y todas las cosas falsas,
todas las cosas que iban contra la vida,
y todas las cosas que iban a favor de la vida,
todas las cosas que sólo podían verse
a través de los ojos de aquel
que pesa el corazón con el corazón,
y no sólo con la mente.

Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la más sabia de las criaturas. Si prestas atención, el lobo cuando aúlla hace siempre la pregunta más importante, no dónde está el alimento más próximo, la pelea más próxima o la danza más próxima,

sino la pregunta más importante
para ver dentro y detrás,
para sopesar el valor de todo lo que vive,
¿ dóooonde
estáaaa el
almaaaa?
¿Dónde está el alma?

Sal al bosque, sal enseguida. Si no sales al bosque,
jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Sal al bosque,
sal enseguida.



“Mujeres que corren con los lobos”
Clarissa Pinkola Estés

18 comentarios:

ybris dijo...

Así pasa a menudo. La realidad se ve mucho mejor a través de los ojos de los que nos aprecian.
Aunque otros los tengan por enemigos.

Bello cuento.

Besos

Carz dijo...

Hay que aprender a ver, aún sin disponer de una pestaña de lobo.
Y salir al bosque, claro.

Un abrazo, In.

Simplemente Olimpia. dijo...

Lástima no haber tenido pestañas, ni más ojos que estos cada vez que me "ahondo" en la espesura del bosque.
Un bello cuento, para aprender a mirar.

Olimpia.

Patricia Angulo dijo...

¡Qué delicia de cuento!

Sabés? Yo creo que a esta altura de mi vida algo de eso me ha pasado, debo estar viendo con una pestaña de lobo o similar, me sentí muy identificada a medida que iba leyendo.

Ha sido un placer.

Gracias In, un fuerte abrazo!

genessis dijo...

Hola

Qué hermoso cuento!

Me vino muy bien esta lectura antes de ir a dormirme. Volví a ser la niña que fui hace ya muchos años. La niña grande de hoy, me dice; cuántas veces habré ido al bosque sin darme cuenta a qué iba... y regresar sin saber por qué volvía...

Gracias por compartir. Muy bello tu espacio.

Un abrazo

libertad dijo...

A tu lado en tu enmudecer. Te leo.
Un beso

Sangre dijo...

...Precioso cuento...hacia tiempo te perdí la pista...me alegro mucho de haberte reencontrado...
un abrazo

Patricia Angulo dijo...

Termino de leer tu silencio en casa de Ybris y se me antojó darte un abrazo, sin decir nada, qeu a veces las palabras sobran, pero los abrazos lo dicen todo.

A eso vine, a dejarte un abrazo, calladita, shhhhhh :))

(me voy en puntitas de pie)

Besos

Fernando dijo...

Besos...desde el bosque.

Sacri dijo...

Gracias por tu comentario en mi blog.

Te deseo la mayor de la felicidades!!!!!

Un abrazo

Patricia Angulo dijo...

In, deseo que estés pasando estas fiestas en companía de tus seres queridos y que el año entrante traiga salud y amor para vos.

¡¡Un abrazo fuerte!!

Anónimo dijo...

justo a tiempo...para desearte Feliz año, para decirte que si,.. por favor sal al bosque y disfrutalo muy por dentro.
Besos
Carolina

Anónimo dijo...

Que feliz reencuentro In.

Es un cuento precioso, no siempre ls cosas son lo que parecen y no siempre sucede lo que se presupone.

Felices fiestas.

http://notasvisuales.aminus3.com/

Conciencia Personal dijo...

No he leído la novela, espero adquirirla y sea mi danza próxima...

Desde México...un abrazo intenso.

Monique.

Seilgard dijo...

“Creer en nuestros sueños es el principio de un viaje que mas allá de la nada y el olvido, hará realidad en nuestros corazones ese milagro de vivir….”
Por tu bosque y por tu libertad. . . ¡Carpe Diem!
Con los brazos de mi corazón, un inmenso abrazo. . .
Santiago

almena dijo...

Qué gran libro el de Clarissa Pinkola. Lo he leído varias veces porque es para ir digiriendo poco a poco...

Insanity, pido para ti un 2008 lleno de venturas. Te lo deseo de corazón.

Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Sin palabras, mi respuesta es...un abrazo, vale? pero muy apretado y que dure mucho, mucho, para que nuestros lazos de afecto se tornen cada vez más fuertes aún cuando no nos escribimos con la frecuencia que quisiéramos.
Gracias: sois verdaderas preciosidades.
Hasta siempre...
Muchas felicidades a todos :)

Insanity

Lúzbel Guerrero dijo...

¡Menuda maravilla IN; no conocía a Clarissa, y creo que más me vale intentar saber algo más de ella. Gracias.